Te quise en las sombras
como ese amor que nace
y se muere en el olvido,
te quise callando cada sonrisa
que en mi piel estremecías,
dándote la espalda y muriendo
sin poder beber de otro vino.
Te quise en las sombras,
y suplique al viento
que te llevara consigo,
y triste es la manera
de ignorar mi cariño,
saberte de otra y pasarme
la vida con el castigo.
Te quise en las sombras
y la golondrina corto su vuelo
a ras de suelo,
dejándose morir por su sueño
siguiendo ese paso por el mundo
sin tener más que un retal de infierno,
para enjugar su vida
y perecer sin dueño.
Te quise en las sombras
y nunca los sabrás,
que soy esa caricia no dada
ese beso que nunca sentirás,
cuando despiertas con ese anhelo
de algo que jamás tendrás.
MCRJ
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Que amargura produce el amar y no ser correspondida o corespondido, en ambos casos es lo miso.
ResponderEliminarUn poema triste pero hermoso y real.
Besos