jueves, 29 de octubre de 2015

Desidia








Ahora… Es tarde,
la muerte amputa mis alas
en una condena,
y mi piel se hace ínfima
en contacto con tu océano,
y la hiel de tu desidia
no puede impedir esta querencia,

ahora… Es tarde
en este anhelo sempiterno,
toda voz se hace silencio
en tu regazo imaginario,
y ni la fría madeja del tiempo
enmudece este cabalgar,
que transmuta mi latido
en un poderoso alazán,
pues solo tú, eres el camino.


Ahora… Es tarde,
y la herida quiebra
en una tormenta
de silencios viles,
fuero imperioso
de volar a otro destino,
donde la carne no siente
y se hace como polvo
que nadie detiene,
y sumerge un lamento
tan profundo
como estéril simiente.

Ahora… Es tarde
ya se dictó sentencia,
y mis horas terminan
en un crepúsculo lento,
¿por qué me diste la luna,
tu palabra,
si eras de otro cielo?
porqué me entregaste tanto
si no querías darme nada.

Ya es muy tarde…

Arwen

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